No es una cuestión de pinchazos, burundanga o manadas. Eso son solo los camuflajes que elige periódicamente el machismo para perpetrar su tiranía. El mal verdadero va bajo esos trajes. Y toda manifestación es poca. Toda denuncia en las redes sociales y reuniones es poca. Toda correa de transmisión de madres a hijos para que las siguientes generaciones traigan más sentido común y concordia es poca. Pero el cambio auténtico, el motor que echo de menos, es que los hombres nos signifiquemos más. Que sean los stories de Cristiano Ronaldo, Leiva o Ibai Llanos los que amplifiquen que nosotros, como grandes culpables y beneficiados por el machismo, somos el motor del cambio.
Related Posts
Comités de Ética Asistencial, labor de orientación ante dilemas médicos
El área norte es pionera en la inclusión de la figura del Consultor en este órgano, liderado por profesionales del Virgen Macarena
Y la Historia se repite
Tu Nueva Crónica PERSONALIZA LA INFORMACIÓNLas noticias por geolocalización o tema. Extras ENTRETENIMIENTO PARA TODOS LOS PÚBLICOSLeón desde nuevos puntos de vista.
Trump se negó a responder en investigación civil sobre sus negocios en Nueva York
El expresidente está siendo investigado por sus prácticas comerciales y el negocio inmobiliario de su familia